INGREDIENTES:
· 1/2 vaina de vainilla.
· 3 yemas de huevo.
· 400 ml de leche (normalmente se utiliza leche entera, pero la hemos preparado también con leche desnatada y está igualmente riquísima y cremosa).
· 35 g de maicena.
· 75 gr de azúcar.
PREPARACION:
Abrimos la vaina de vainilla por la mitad con un cuchillo (si no encuentras vaina de vainilla puedes utilizar la esencia de vainilla liquida), y raspamos el interior para quedarte con las semillas.
En un cazo a fuego fuerte, se pone la leche junto con las semillas de vainilla y las propias vainas. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y quitamos las vainas, (si quieres puedes dejarlas secar y reutilizarlas 2 o 3 veces más para infusionar líquidos como en esta ocasión). Dejamos que enfríen lo que tardamos en hacer el siguiente paso.
Mientras, en un bol ponemos las yemas de huevo junto con el azúcar y la maicena, y lo batimos con unas varillas. Al principio la mezcla es muy seca, pero si sigues batiendo enérgicamente, poco a poco se volverá cremosa, (puedes hacerlo también con unos barillas eléctricas), y finalmente tendrá un aspecto bastante homogéneo, que es lo que buscamos.
Vertemos en el bol la leche infusionada poco a poco y removiendo a la vez.
De nuevo vertemos la mezcla en el cazo que habíamos utilizado, y lo ponemos a fuego lento mientras removemos sin parar para que no se pegue, a la vez que se va espesando.
La ponemos en un bol y la tapamos con film, tocando el film la crema para que no se forme costra, cuando este fría se guarda en el frigo y se puede utilizar para lo que desees.
Dura 2 o 3 días en la nevera, aunque en mi casa nunca dura tanto
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